Denuncian peligro de enfermos mentales por calles de Barahona.
Barahona.- Para
los munícipes barahoneros, la cantidad de enfermos mentales deambulando las
calles céntricas de la ciudad, es un
drama peligroso para los ciudadanos y ciudadanas, que debe llamar la atención
de las autoridades, porque uno de estos enajenados mentales puede cometer un
hecho lamentable que se convierta luego en lamento.
Cada
día, estos enfermos mentales entre mujeres y hombres sin aseo y malolientes,
algunos hasta semidesnudo, comen de lo que encuentran en basureros y otros comen gracias a la sobra que le dan personas que
visitan los restaurantes, además de que duermen en cualquier lugar, ya sea en
los parques y el malecón de la avenida Enriquillo de la parte baja de esta
ciudad.
Cuestionan
los munícipes de este pueblo, explican
que no solamente se observan en las calles locos nacionales, sino también
extranjeros cuyos familiares residen en bateyes, para quitarse una carga de
encima, los montan en vehículos y los sueltan en esta parte.
Estos
personajes con trastornos mentales que caminan por estas calles de “Dio” hambriento, semidesnudo y
malolientes, debe llamar poderosamente la atención de las autoridades, a fin de
que eviten un hecho lamentable de un loco, contra uno de nuestros ciudadano, que
transitan por las calles sin esperar que le sarga uno de ellos y lo agreda
físicamente.
Viven y mueren bajo el
implacable sol, caminan con pies
descalzos sobre cristales rotos o sobre el caliente asfalto, dormir y pasar la
lluvia bajo locales abandonados, son de las cotidianidades que casi por
instinto hacen estos discapacitados mentales.
Varios de ellos, han perecido
en carreteras y calles, embestido por vehículos desconocidos, pero que nunca
aparecen los parientes para recogerlos.
Entienden las personalidades
barahoneras que las autoridades de Salud Publica y el Departamento de Sanidad y
Protección de Sanidad de Salud, debe llamar la atención por el peligro que
estos representan en las vías.
Explicaron que no hay que
esperar para intervenir con estos enajenados mentales en las calles céntricas
de esta ciudad, hasta se observan dormir en los parques y hasta defecan en los
mismos.
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